Adorando al Dios no conocido.
San Juan 4: 22 “vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos”
La importancia de saber lo que se adora y adorar lo que se sabe, es casi imposible que una persona que no le gusta escudriñar las escrituras y que no hace de ellas un alimento diario y devocional acompañado de la oración, meditación y obediencia a Dios pueda realmente conocer a Dios, es casi un imposible porque son los medios más eficaces por los cuales Dios se revela a la humanidad, hoy en día se predica mucho de los procesos de las dificultades que a muchos hacen retroceder porque lamentablemente nuestras generaciones carecen del conocimiento de Dios por medio de la lectura bíblica, oración y ayuno , así que se hay necesidad de predicar eso, porque pareciera ser que Dios tiene que hacer o más bien usar con ellos el método que uso con el pueblo de Israel cuando quería que ellos lo conocerán y lo adoraran posteriormente, tubo que acorralarlos frente al mar con los Egipcios detrás y a los lados fila de piedras rocosas.
La Historia bíblica relata que Cuando Dios quiso que el pueblo de Israel su escogido lo adorara, primero lo saco de Egipto rumbo a Horeb, pero luego los hiso regresarse y los encorralo frente a faraón para que los persiguiera y de esa manera ellos conocieran al Dios que los había llamado a adorarle, porque ellos no tenían una experiencia más allá de una información histórica pasada de generacional generación, así que Dios quería que antes de adorarle lo conocieran; porque nadie puede ser un adorador agradable y escuchado por Dios sin conocerle, la samaritana de este pasaje de San Juan adoraba lo que no conocía, lo que no sabía, ella seguía un patrón cultural establecido, pero en realidad jamás había tenido un encuentro con el Dios al que ella decía adorar, es por eso que a Jesús le fue necesario pasar por aquel lugar y sentarse en el poso con ella hasta que se le fuera revelado el Dios que ella necesitaba adorar y de la forma en que debía adorarlo, ella había adorado anteriormente a lo mejor, por la plática que tiene con el maestro, pero había adorado sin dejar su vida de pecado.
No es importante la adoración para Dios cuando sale o va dirigida de un perfecto desconocedor de la persona de Dios y de lo que el busca, se necesita más que conocerlo en teoría para decir que se conoce a Dios, cuando verdaderamente se le conoce entonces también se conoce la forma que demanda o lo que se requiere para ser un adorador en espíritu y en verdad. Un desconocedor de Dios adorando, es como un don de sanidad activo en alguien que no es conocido por Dios ni el mismo conoce a Dios, en aquel día se le dirá, APARTADOS DE MI , NO OS CONOSCO”, adorar no es serrar los ojos y llorar , adorar no es subir a un altar y entonarse, el verdadero adorador adora las 24 horas al día , cada paso que toma, cada decisión que hace adora al hacerlo, tiene intimidad con Dios conoce a Dios y Dios lo conoce, esa es la adoración escuchada y el adorador que logra ser usado por Dios para ministrar a su pueblo, de lo contrario se es alguien que canta , alguien que es escuchado por una congregación pero su alabanza no ha llegado delante de Dios.
Como ministros debemos preocuparnos de darle el pulpito y el liderazgo de la alabanza solo a líderes que conozcan al Dios que adoran, para que lo hagan de la forma correcta y adoren lo que saben ,lo que conocen, eso ara la diferencia en nuestros servicios, si es necesario bajar a los talentosos y subir a los de poco talento pero que conozcan al Dios que adoran ,hay que hacerlo, no seamos como Ely consintiendo falta de respeto y pecado en el altar, gente en pecado pero como saben tocar , tocando y cantando, cuidado, cada ministro es responsable de lo que deja subir al altar, asegurémonos de nosotros mismos y de que aquellos que ministran a nuestro lado conozcan al Dios que adoran. Bendiciones familia comparte con alguien, gracias.