Una pequeña y esencial clapsula celestial.
Mateo 6: 10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”
Hacer la voluntad de Dios y vivir en ella nunca a sido fácil, basta que miremos a Jesús el mismo hijo de Dios para que notemos los sacrificios que conlleva, las decisiones drásticas que hay que tomar, todo aquello que hay que rendir. Mas sin embargo nada es mas agradable que llegar a ese punto en tu vida, usualmente este pasaje es recitado en cristianos y en religioso, pero como un protocolo religioso, no como una realidad conocida y menos como una experiencia que se anhele.
Quizás algunos al dicen: que se haga tu voluntad como en el cielo ,se imaginan una perfección libre de dolor y de dificultades, por cuanto es como en el cielo, pero la voluntad que se hace en el cielo nunca es una voluntad personal, los ángeles no viven para si mismos, ellos viven para Dios y hacen día y noche la absoluta voluntad de Dios, eso significa que no hay un margen de voluntad mínima propia para ejercer delante de Dios y en su presencia y en el cielo por los que habitan delante de , el sí precisamente permanecen aún delante de Dios por ejercer la voluntad absoluta de Dios, de otra manera estarían con el diablo esperando condenación, aun en el cielo se vive la voluntad absoluta, obediencia absoluta de Dios y quien no aprende a vivirla en la tierra, puede perderla un día aun el en cielo, y esto es si es que llega al cielo alejado de la voluntad de Dios, ¿pero cómo llegar a vivir esta pequeña pero esencial clausula celestial?
En primer lugar, cabe mencionar que nadie podrá ni si quiera comenzar a vivirla ni descubrirla si no se hace dirigir por el Espíritu Santo, así que lo primero a hacer es comenzar a morir a nosotros mismos hasta en las oras que creemos mas espirituales como la oración, la oración dirá alguien, si se supone que estamos orando y nada malo podría haber en una oración, pero déjame decirte que sí, la voluntad de Dios no se activa ni aun en oraciones que están lejos de la voluntad que el quiere para nosotros, no importa que sean buenas oraciones pero si están cargadas de nuestra voluntad y no de la voluntad de Diosa por medio del Espíritu es ineficaz , entonces la única manera eficaz es morir a nuestra voluntad no importa la envoltura que lleve incluyendo la oración, debemos entender que la única persona autorizada para orar y activar la voluntad de Dios y que se haga como en el cielo en nuestra vida es el Espíritu Santo.
La escritura es clara y dice que nadie conoce mas al padre , que el Espíritu Santo, así el mejor aliado para eso es el consolador, la oración del Espíritu santo es difícilmente, mas bien dicho es imposible que el padre no la escuche ya que es imposible que ellos dos estén en desacuerdo, por lo tanto aprendamos primero a dejarnos guiar por el espíritu y de esa manera vamos a la segura, dejemos de perder tiempo con oraciones religiosos llenas de buenas intenciones, deseos y planes humanos y de naturaleza carnal porque estaremos pegando con muro, equivocándonos y viviendo una vida obstinada, de terquedad y continuo dolor, puedo asegurarte también que la voluntad de Dios también conllevara dolor ,pero te ara mas fuerte y te prepara para estar plenamente capaz de ejercer la voluntad de Dios en la tierra así como se ejerce en el cielo, espero que entendamos con esto que la razón principal de Dios al pedirnos que hagamos su voluntad, no es satisfacer un ego en sí mismo ya que l no posee egoísmo, más bien es para que seamos salvos en esta vida y en la venidera estemos listos para obedecer continuamente en el cielo y vivir su voluntad sin correr un riego, el único que gana al hacer la voluntad de Dios somos nosotros y no es como que cumpliéremos un capricho divino. Bandiciones comparte con alguien, gracias familia.