Dios no es padre alcahueto.
Juan 15: 7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”
A todos nos gustan las cosas gratis, desde niños traemos la manía de pedir llorando, al principio hacemos por sobrevivencia y por inocencia, lo hacemos porque es la única manera que conocemos de hacernos entender, de comunicarnos y obtener lo que queremos, posteriormente ya lo hacemos con malicia porque descubrimos que nos funciona llorar, hacer berrinche a nuestros padres y obtener lo que queremos. Y este síndrome no lo queremos abandonar cuando venimos a los pies de Cristo, y queremos actuar igual con Dios como si Dios fuera un padre alcahueto.
Así que Jesús, nuestro hermano mayor que conoce bien a nuestro padre celestial nos dejo algunos concejos de como llegar delante del padre y pedirle efectivamente, dentro de esos consejos se encuentra el texto de hoy al pie de la página, Jesús nos da la clave de pedir efectivamente , de pedir sin límites todo lo que queramos y nos sea echo, él dice: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Usted puede quedarse mudo de llorar, puede darle un paro al corazón de hacer berrinche delante de Dios pidiéndole lo que usted quiera y la cantidad que quiera; pero el no alcahuetea a nadie, esos berrinches los soluciona con vara; a el no le chantajeamos como cuando éramos pequeños lo hacíamos a nuestros padres, entre más pronto renunciemos a ese síndrome de niñería mejor será para nosotros.
Jesus fue claro, pone dos condiciones: si permanecen en mí, eso significa que usted debe aprender a ser constante en su caminar, en su hablar y en sus actitudes como cristiano, de echo el libro de Santiago 1: 6 -8, llama a esta actitud inconstancia y declara “que no piense tal hombre que recibirá algo de parte de Dios, con esa actitud de va y viene como las olas del mar. Segundo Jesús dice: si mis palabras permanecen ustedes, eso significa que usted debe dejar de ser un cristiano oidor de la palabra y olvidadizo, el mismo libro de Santiago 1: 22- 27: dice que, debemos ser oidores y hacedores de la palabra y no oidores que olvidan la palabra, engañándonos así a nosotros mismos, ¿Por qué esta Santiago recomendando esto y Jesús lo pone como requisito? Sencillo un oidor que olvida, imposiblemente llevara a la practica la palabra, y si la olvida es porque no le interesa a menos de que tenga un problema médico de olvido, y cuando alguien olvida la palabra, olvida el pan de cada día ya que la palabra, es el pan de nuestra alma y el mismo Jesús dijo: en Mateo 4:4 “no solo de pan vivirá el hombre, si no de toda palabra que sale de la boca de Jehová”.
¿Si se te olvida el pan, lo mas importante, para que quieres el resto de las cosas que pides, si ni las disfrutaras, morirás desnutrido y enriquecido?, cuando alguien no come el pan le quedan días para enterrarlo, será eso lo que Dios quiere para nosotros, claro que no por eso la escritura misma dice en Mateo 16:23 : “ que la vida del hombre no consiste en los bienes que posee, porque de nada le sirve al hombre ganar el mundo y perder su alma. Cuando no te interesa el pan, o sea la palabra, entonces no estás listo para más, mas bien hay que revivirte con choque eléctricos primero ¿quería Dios desperdiciar las bendiciones y al final que tu termines en el infierno?, claro que no, él no te daría algo que te destruya más de lo que ya estas. Bendiciones familia, comparte con alguien.