Acuérdate bien de quien fue que lo hizo
Deuteronomio 7:17-18 “Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho mas numerosas que yo; ¿Cómo las podres exterminar? No tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto”
Esta es una de las promesas que el pueblo obtendría si obedecía a Jehová, pero no quiero enfocarme en eso, quiero enfocarme en la recomendación que se les da en este pasaje. La recomendación dada por Dios es: cuando mires las naciones enemigas que te mando a vencer y las vea mas numerosas que tu y te preguntes en tu corazón ¿Cómo las venceremos? ACUERDATE BIEN DE LO QUE HIZO JEHOVA, Y no es eso lo que nos sucede también algunas veces a nosotros, somos rápidos para recordar un fracaso que nosotros provocamos y las heridas que otros nos hicieron, la enfermedad que nos atormento ,la deuda que nos arruino y etc., pero muy malos para recordar quien fue el que nos saco de apuros, muy malos para recordar, que si nos mantuvimos de pie y aun estamos respirando es porque Dios nos sostuvo; usualmente solo alabamos lo malo y olvidamos darle el honor a Dios.
Dios le dice al pueblo en otras palabras: miren cuando vean a las naciones numerosas y comiencen a pensar de que manera ustedes pueden destruirlas, les recuerdo que nunca han podido, que nunca han echo nada ustedes, ninguna victoria es merito de ustedes es porque yo lo he hecho, Jehová dice les voy a recomendar que no quemen sus neuronas pensando, ¿cómo.? recuerden bien que yo fui el que termino con Faraón y con todo Egipto y no ustedes. Ese es el peligro de atribuirnos victorias que nunca hemos, peleado o que poco hicimos y aun así vencimos por la ayuda de Dios, ese es el peligro de pensar que uno no ha ganado y no Dios, por eso el les dice si van a recordar recuerden bien quien lo hiso.
Recordemos bien quien lo hizo y cuando recordemos eso sin pretender quedarnos con un tantito de gloria, entonces tendremos paz y seguridad de que el lo volverá a hacer, pero cuando nos atribuimos la gloria de los éxitos ajenos o de las veces que hemos salido librados tengamos por seguro que Dios no lo volverá a hacer; pues él no comparte su gloria con nadie. Reconozcamos bien al que nos ayuda en todo tiempo y ni por un momento pretendamos tomar un mérito, porque sin duda fracasaremos. Bendiciones comparte con alguien, gracias.