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Los pecados invisibles.



Job 31: 1 “hice pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen?”.

No es necesario tocar para pecar y cometer adulterio o fornicación, por eso Job en su anhelo de agradar a Dios en rectitud había hecho pacto de no mirar a las vírgenes o mujeres ajenas para no fallarle a Dios, razón por la cual fue hallado recto delante de Dios. Cuantas veces pensamos estar rectos y bien delante de Dios porque así lo consideramos nosotros, la pregunta es ¿Dios nos considerara rectos?

La rectitud delante de Dios no es como la que nosotros manejamos o conocemos y así como la justicia de los hombres delante de Dios es comparada a un trapo de inmundicia, también la rectitud nuestra no es comparable a la de Dios, muchas veces la rectitud no es reconocida ni bien aceptada por otros a algunos no les caerá bien, así que en ocasiones caeremos mal y seremos criticados por procurar buscarla.

Mas seria bueno no solo hacer pacto con nuestros ojos sino con cada parte de nuestro cuerpo por dentro y por fuera que ninguno de ellos se preste al pecado, que nuestro corazón haga pacto de no ser un acumulador de pecado, que nuestros oídos hagan pacto de no oír lo que no deben; si cada parte de nuestro cuerpo la consagráramos y fuéramos consientes de la santidad y buscarla entonces mejoraríamos cada día y agradar a Dios.

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