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Salmo 23 no apto para cabritos.



23 “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

4 aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento.

5 aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6 ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días”

Este salmo es uno de los preferidos de muchos cristianos, algunos hasta lo llevan en su cartera como amuleto de buena serte y a la verdad es que es hermoso, alentador lleno de promesas, pero tiene un principio fundamental para que se cumpla en su totalidad y esa capsula es precisamente esta en el principio del mismo salmo y es “Jehová es mi pastor”. Cuando jehová es tu pastor te dejas guiar por él, te dejas pastorear en obediencia y eres capaz de obedecer y soportar su callado, cuando vives este principio entonces podemos vivir todo este salmo.

Antes de cualquier beneficio de este salmo, habremos de cumplir y aceptar su liderazgo sobre nuestras vidas en plenitud como pastor, seguir su voz, obedecer en todo y conocer su voz de amor y también de exhortación. Luego que ese principio es una realidad entonces no os faltara nada ya que en obediencia en su ministerio de pastor sobre nuestras vidas nos guiaran a su reino primero y a su protección y cobertura total, su descanso, su amor, su unción, su vara y luego sin miedo, rebosando, con misericordia.

Así que no hay salmo 23 cumplido sin aceptar a Jesús y su reino y dominio como nuestro pastor, reclamemos este salmo viviendo como oveja y no como cabritos, así es que se reclama y se vive. Bendiciones comparte con alguien.

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