No para siempre estarás en vergüenza y humillación.
Isaías 61:7” En vez de vuestra vergüenza tendréis doble porción, y en vez de humillación ellos gritarán de júbilo por su herencia. Por tanto, poseerán el doble en su tierra, y tendrán alegría eterna”.
Hoy puede ser un día gris en tu vida, quizás estés siendo exhibido públicamente he injustamente, quizás muchos meneen la cabeza cuestionando tu estado. Es fácil para algunos humillarte, pero no para siempre será así, mira lo que dice el profeta Isaías por medio de esta promesa al pueblo de Israel, hoy Dios te recuerda a ti también que no para siempre dura la vergüenza y la humillación.
La vergüenza y la humillación presente aseguran en tu vida una doble porción y una doble herencia tanto como en el cielo como en la tierra, un día Dios cambiara nuestra situación y tendremos el doble de aquellos que hoy se ríen, tendremos el doble de aquellos que nada les acontece. La biblia narra la historia de Mefiboset, él era un joven que fue marcado por la vergüenza por mucho tiempo, él vivía en un lugar de vergüenza y de olvido, pero un día el rey David lo mando a llamar y comió a la mesa del rey algo que los burladores nunca pudieron hacer.
Quizás como ese joven has tenido días de vergüenza y humillación, pero si te mantienes fiel a Dios en tu humillación, un día serás exaltado, si te mantienes fiel en tu vergüenza un día serás honorable; solo tienes que esperar el turno cuando Dios decida cambiar el rumbo de tu historia. Ninguno de los que se burlan hoy tendrán lo que un día tu tendrás, quizás hoy la vida les sonría, pero mañana nadie sabe; mas los que esperan en Jehová y confían en el nunca serán avergonzados.
El salmista David decía en Salmos 34:5 “Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados”. Quizás hoy aun mirando hacia el cielo estés siendo avergonzado, pero no para siempre callara el que guarda tu alma y vendrán días donde toda vergüenza y humillación injusta y por su obra tendrá su recompensa, en ese día tus enemigos tendrán que miran con envidia quizás lo doble de Dios en tu vida, la mesa solo se aderezara por Dios a aquellos que en momentos de vergüenza y de humillación mantienen la integridad y se portan como dignos hijos de Dios.