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¡EL TIEMPO QUE TE DEMORES EN DELEITARTE SERA EL TIEMPO QUE DEMORE TU PETICIÓN!



Salmos 37:4 Deléitate así mismo, en jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón”

Supongamos, que eres Dios por un instante, y nos has invitado por medio de tu hijo Cristo, a muchas bendiciones espirituales y grandes promesas para esta vida y la vendiera. Y después de habernos invitado también nos das a tu hijo, ese hijo vine y vence por todos nosotros, resucitando de entre los muertos dándonos un echo insuperable para celebrar indudablemente.

Bueno sigamos suponiendo que tú eres Dios, el padre de Jesús. El hijo muere y resucita. ¿Qué esperarías que nosotros hiciéramos? Tú en la posición de Dios.

¿Sabes qué? Sabes que desde ese día que Jesús resucitó todo lo que Dios espera, es que celebremos y que nuestra vida y relación con él sea fiesta, disfrute, deleite de su presencia. Que agradezcamos y celebremos que somos invencibles por medio de Cristo, porque tenemos promesas grandes y protección aun después de morir. Romanos 8: en adelante Dice que,” Dios no escatimo a su hijo; sino que no lo dio en pago de nuestros pecados (éramos enemigos de Dios) ¿Como no nos dará junto con las todas las cosas? (ahora que por medio de su hijo somos sus amigos) ...si como enemigos nos dio a su hijo, cuanto más nos dará como sus amigos.

Pero que mala costumbre la nuestra de pedir, pedir y pedir ...Si se supone que estamos, invitados a una fiesta organizada por Dios y en lugar de llevarle presentes o un perfume de gratitud a sus pies, por tanta bendición y privilegios inmerecidos, que ya gozamos sin darnos cuenta tomamos la actitud incorrecta, pero como niños mal educados y convencidos ciegamente por una realidad actual que no será permanente vivimos desagradecidos y no vemos, ni valoramos y disque estamos preparándonos para esa fiesta y Lo primero que hacemos es pedir y pedir al anfitrión de la fiesta en lugar de agradecer y prepararle un presente. Pero equivocadamente Primero pedimos y después queremos deleitarnos como manifestación de lo que hemos recibido olvidando que ya recibimos lo mayor y la mejor bendición para deleitarnos, así que erróneamente nos deleitamos, pero no en Dios sino en lo que él nos da.

¿No sería lo correcto, y educado? Según nuestros modales; no verdad. Primero deléitate delante de quien ya te dio todo, lo que no mereces.

Deléitate ,porque por más que te falte en tu vida , ya tienes motivos que celebrar, disfruta al anfitrión de la fiesta mientras te preparas para la fiesta y en cualquier minuto el anfitrión de la fiesta a consecuencia , después de mirarte disfrutar su compañía , amistad y gracia, Ara una pausa en su fiesta celestial y te concederá lo que anhela tu corazón, porque delante de, el eres trasparente aunque no te lo propongas, él sabe lo que te aflige , deseas, lloras y sabe lo que piensas antes que lo articules , sabe lo que necesitas antes que lo pidas.

Por eso danza bajo la lluvia, ríe cruzando el mar y cuando el mundo quiera desmoronarse, recuerda que el mundo está en sus manos y que la tierra es el estrado de sus pies. Danza, que nada arruine tu fiesta, la fiesta de disfrutar estar delante de él, que él se vuelva tu deleite, y cuando eso pase estarás listo para disfrutar lo que pides, pero, sin quitar la mirada del alma de la fiesta Jesucristo, el centro de atención, el primero y el último. Y recuerda según tu deleite, así se te concederá. No se te concederá si no te deleites, porque eso indica que aún no estás listo para recibir. Bendiciones familia compartan con alguien y suscríbete para recibir un devocional diario, bendiciones.

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