¡EL LÍDER QUE TIENE FE EN EL PABILO HUMEANTE Y EN LA CANA CASCADA!
Isaías 42:3” No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia
Ese líder entonces se parecerá a Jesucristo.
En cuanto a Su carácter, la profecía de Isaías dice que Jesús no sería una persona a un líder jactancioso, y no lo fue. Él fue todo lo contrario. Este aspecto lo resalta mateo, después de la sanidad del hombre de la mano seca, cuando dice: (Mateo 12:18-21) “Sabiendo esto Jesus, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos, y les encargaba rigurosamente diciendo que no lo descubriesen, para que se cumpliese lo que dijo el profeta Isaías cuando dijo... No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles Su voz. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo humeante...”
CANAS CASCADAS: Normalmente ese tipo de caña crece en zonas húmedas, y no es una planta fuerte ni firme. Una “caña cascada” sería, desde luego, una muy muy débil. Pero el pasaje en cuestión ciertamente no habla de cañas ni de pábilos literales. De modo que esas "cañas cascadas" representan a toda la gente oprimida, débil y que sufre, como el hombre a quien Jesús sanó la mano seca en sábado (Mateo 12:10-14). Este hombre fue sanado por Cristo quien no solo lo sano si no que lo dejó aún mejor que normal, igual que hacía con todos los sufrientes. Jesús no quebrantó ninguna caña cascada figurativa ni extinguió ninguna mecha humeante simbólica. Sus palabras amorosas, tiernas y compasivas no desanimaron ni deprimieron más a las personas que sufrían. Al contrario, sus comentarios y su modo de tratarlas les levantaban los ánimos. (Mateo 11:28-30.) En contraste, las personas sin llamado y sin la gracia de Dios, actúan como aquellos antiguos judíos que solían hacer flautas de esas cañas de río, ahuecándolas, que, si una caña resultaba cascada o rajada, enseguida la quebraban como quien pensase que esa caña ya no serviría para nada. "¡De todos modos había muchas más cañas que se podían usar!"---dirían ellos. Pero nuestro máximo maestro vino a cambiar esta viciosa manera de proceder. Pero ¿qué da a entender la profecía cuando alude a una mecha pábilo? . EL PABILO HUMEANTE :Las lámparas caseras del Siglo I de esta era, solían ser pequeños recipientes de barro en forma de jarras asas anulares. Se las solía llenar de aceite de oliva. La mecha de lino absorbía el aceite por atracción capilar, y de ese modo alimentaba la llama. Como es obvio, una mecha humeante sería la que estuviera a punto de apagarse. Los judíos hacían esas mechas de lino con las que quemaban el aceite de las lámparas. Sin embargo, aunque la mecha les hubiere servido mucho y les hubiere dado mucha utilidad por mucho tiempo cuando se agotaba el aceite o la mecha se desgastaba la desechaban, pues la lámpara empezaba a humear en ves de dar luz, y entonces ellos cambiaban tal mecha por una nueva, antes de que ésta se extinguiera totalmente. Pero nada de esto es lo que hizo ni enseñó ni vino a hacer Jesucristo. ¡El no descartaba una mecha solo por ésta haberse convertido en una mecha humeante, o por haberse desgastado durante daba su servicio o utilidad y tampoco quebraba lo que parecía ya estar destruido! En el pueblo de Dios hay muchas personas que son como cañas cascadas, las cuales son vistas como que no pueden ser usadas para producir un buen sonido; otros son como pábilos humeantes, los cuales son vistos como que no pueden producir una luz resplandeciente, muchos de ellos son vistos tan común mente sin valor y son reemplazados fácilmente, otros ya dieron lo que tenían que dar, otros están ya solo, produciendo humo , y otros están en su última gota de combustible para nuestro ver y para nuestra opinión y parecer, por eso se nos hace fácil destruir, frustrar , rechazar , descalificar, reemplazar y poneros a la defensiva mientras con palabras golpeantes como golpes de espada terminamos de apagar la poca luz que tienen nuestros hermanos que son como pabilos a punto de morir, y que decir de las canas cascadas son tan comunes y son demasiadas que hacerlas sentir vacías y huecas no nos cuesta trabajo, mas no hemos sido ensenados así por el maestro supremo. Recordemos que no hemos sido puestos solamente para desarraigar sino también para plantar, mira lo que dice Jeremías 1:10” Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”. Que Dios nos ayude porque parece que de plantar y de edificar poco hemos aprendido. Jesucristo podía y tenía toda autoridad y derecho de apagar y quebrar, pero, no obstante, él se dejó ser quebrantado y la luz de la vida y del mundo fue temporalmente quebrado y apagado por quienes él quería auxiliar y darles esperanza. para que nadie te quebrara y te apagara fácilmente él se dejó quebrare y apaga por ti, Jesucristo cree en las cañas cascadas y en los pabilos humeantes. Y mira que valió la pena para que podamos hoy gozar de su gloria. El hombre afligido, o golpeado por el pecado es cual caña frágil, con cicatrices en sus vidas que las han doblegado y herido, se debate entre la vida y la muerte, pero dentro de un entorno muy hostil y en donde cualquier acción indiscriminada del ser humano fácilmente puede terminar permitiéndola y matándola. Un líder agresivo podría quebrar esa caña y echarla a un lado, pero no Aquel de quien se dijo: «No quebrará la caña cascada», ni los que trabajen para El. Ellos se especializan en enderezar las cañas heridas, ayudándolas a ponerse firmes bajo su paciente y amoroso cuidado. Pedro la perfecta cana cascada fue doblegada ante la guardia que quería llevarse a su maestro, pedro reacciona y corta la oreja al soldado, pero su maestro cubre el error, el arranque de su discípulo agresivo y carnal con un milagro a su agresor asiendo también así participe también a su opresor de su ministerio, reino y enseñanza de que él no había venido a apagar ningún pabilo y tampoco a quebrar las varas cascadas.
¿de qué clase de líderes somos? ¿estamos aun valorando los pabilos humeantes y las varas que otros llaman comunes?
Como seres humanos nadie tiene la autoridad de apagar el brillo y quebrar la esperanza y sueños de nadie, pero eso sucederá si nosotros le damos importancia y valor a nuestros adversarios, hay, muchos que se suicidan por palabras que alguien les dijo, o por rechazos de alguien, pero Jesucristo cree en ti, por más que otros te discrimines, rechazado y te hallan echo sentir hueco y apagado. Así que quien puede apagarte solo es Jesucristo pero no te apaga sino que sigue esperándote para darte brillo nuevo y repararte, y como eso es así, entonces no te dejes apagar y desvalorizar por nadie, porque Jesucristo está dispuesto a ponerte más combustible del Espíritu santo en tu vida para que cobres brillo y luz, valora esto, si él no te quiebra, ni te mira como alguien común, sino como alguien especial entonces ni aunque el diablo diga lo contrario podría dañarte y afectarte . Amate, valórate y cree en ti porque Dios ya lo hizo al envía r a su hijo a morir en la cruz del calvario. Bendiciones familia de Dios, compartan con alguien y suscríbete para recibir un devocional diario, gracias.